viernes, 25 de marzo de 2011

El Punto de Vista - Armando Silva

Por “punto de vista” entiendo , precisamente, una serie de estrategias discursivas por medio de las cuales los ciudadanos narran las historias de su ciudad, aun cuando tales relatos pueden, igualmente, ser representados en imágenes visuales.
Se dio la posibilidad de examinar la construcción de la imagen , bien deduciendo al destinatario previsto en cualquier imagen o, en otro caso consultando a los ciudadanos.
Uno puede ver una forma que rápidamente reconoce y le da sentido con el cual la ha memorizado.
El punto de vista marca tanto una noción espacial, aquello que reconozco porque veo, pero también marca una noción narrativa, esto que cuento porque reconozco o se.
Entiendo por punto de vista, una operación de mediación: aquella entre el cuadro o imagen y su observador real.
Por esto, implica un ejercicio de visión , el captar un registro visual, pero también compromete la mirada, esto es al sujeto de emociones que se proyecta y se encuadra en lo que mira.
Digamos que en el graffiti, desde el punto de vista de la observación, se trata de ver lo obsceno que esta puesto para que todos lo miren.
Podemos hablar de tres pasos en el operar del punto de vista:
+ Objeto de exhibición
+ Observación por un sujeto real
+ Consecuencias de la mirada
En el primer punto se trata de cualquier imagen que va a observar un ciudadano, dentro de un panorama global, desde imágenes visuales, como avisos o publicidad, hasta relatos como rumores, chismes o leyendas de su ciudad.
En el segundo punto se supone un encuadre. Si pensamos en la fotografía, un fotógrafo encuadra su visor sobre el objeto que quiere fotografiar y cuando el cuadrante del visor coincide con el objetivo puede decirse que esta cuadrado es el momento de tomar la foto. Se produce una operación similar, el individuo trata de hacer coincidir lo que sabe con lo que ahora conoce a del nuevo mensaje.
Encuadres explícitos ya agotados por la misma focalización enunciativa, como sería el caso de textos verbales de gastada capacidad semántica. Los encuadres implícitos son más complejos y exigen algún nivel interpretativo, para mejor entenderlo con el estudio de un mensaje en su doble para mejor entenderlo como el estudio del mensaje en su doble. “del mensaje al código o de los códigos al mensajes”, por lo que su observador está sometido a un mayor trabajo simbólico interpretativo, pero de la misma manera puede producir un efecto más profundo y de mayores consecuencias en la conducta ciudadana.
De la tercera operación de la mirada ciudadana puede desprenderse que el texto no se dirige a un ciudadano considerado individualmente, sino a la ciudadanía, por lo menos aquella implicada dentro de los límites del territorio aludido. Se trata tanto de un ejercicio ideológico, en cuanto al desenmascarar una conducta ante la ciudadanía, como también de un recorrido ético – estético, tal cual explicaremos posteriormente.
Nacen así los Emblemas que pueden convertirse en estandartes ciudadanos para un determinado territorio y para un periodo de tiempo determinado. De este modo se puede concluir que en exhibición, encuadre y mirada conforman las tres operaciones que construyen el punto de vista.
El estudio sobre la mirada me condujo finalmente a comprender que aquello q cualifica el punto de vista urbano es su exposición pública, y por lo tanto no estamos ante la mirada de un espectador o un asistente, sino ante la de un ciudadano. De lo anterior se desprenden consecuencias importantes pues tales conjuntos iconográficos no solo cumplen la función de mostrarse, sino que simultáneamente definen una ciudad.

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