martes, 2 de agosto de 2011

El Modelo de Comunicacion de Roman Osipovich Jakobson

Roman Osipovich Jakobson realizó una integración multidisciplinar especialmente en los planos de la lingüística, la antropología y la teoría de la información. Estudió los planteamientos fundacionales de la teoría matemática de la información de Shannon y Weaver y desarrolla el esquema comunicativo que había establecido Karl Bühler añadiendo tres elementos mas. Definió así un modelo sobre los factores de la comunicación y las funciones del lenguaje. Presenta un modelo lineal, que bebe en las raíces telegráficas de los fundadores de la teoría matemática de la información, donde no se asigna al receptor una clara capacidad diferencial de interpretación de los mensajes.

En su libro “Lingüística y Poética” describe seis factores constitutivos de todo acto de comunicación verbal, 1) destinador; 2) destinatario; 3) mensaje; 4) contexto; 5) código; 6) contacto. En efecto, el destinador envía un mensaje al destinatario; para ser efectivo, el mensaje requiere, primeramente, un contexto al cual remite (también llamado, aunque en terminología ambigua, referente ), se trata de un contexto que el destinatario pueda captar y que es verbal o susceptible de ser verbalizado; luego, el mensaje requiere un código, común en su totalidad o al menos parcialmente al destinador y al destinatario (o, en otros términos, al codificador y decodificador del mensaje); finalmente, el mensaje requiere un contacto, un canal físico y una conexión psicológica entre el destinador y el destinatario, el cual les permite establecer y mantener la comunicación.
Cada uno de los seis factores constitutivos de la comunicación verbal da lugar una función lingüística diferente: emotiva, conativa, poética, referencial, fática y metalingüística.
La función emotiva corresponde a la expresividad del emisor o remitente del mensaje y hace referencia a la voluntad activa de comunicar y al estado de ánimo y los sentimientos que envuelven la acción.
La función conativa está dirigida al destinatario o receptor del mensaje, a modo de apelación o persuasión, para que éste atienda los requerimientos transmitidos, de una respuesta.
La función referencial es la relativa al contenido informativo del mensaje (sitúa o contextualiza sin hacer valoraciones).
La función metalingüística o de traducción se corresponde con la naturaleza del código y se emplea cuando la lengua habla de la misma lengua.
La función fática enfatiza en el hecho físico del establecimiento de la comunicación y de mantener activo el canal de transmisión y el contacto.
La función poética alcanza a los valores constructivos del mensaje destinados a producir un sentimiento o efecto en el destinatario, mediante las modulaciones expresivas.
Catherine Kerbrat-Orecchioni en su libro “La Enunciación”, reformula el esquema propuesto por Roman Jakobson , señalando las implicancias de elementos influyentes en el acto de comunicación verbal, que no fueron considerados por el mismo; pero que, sin embargo, serían determinantes a la hora de analizar, completamente, un discurso.
A continuación vamos a puntualizar y explicar los elementos que agrega la autora.En primer lugar, en lo que respecta al factor constitutivo "código", se le objeta:
a) Que no está caracterizado por la homogeneidad como parece pretender Jakobson; contrariamente, el mismo es esencialmente heterogéneo. Justifica este argumento, por ejemplo, la circunstancia de que puedan convivir, dentro de una misma lengua y de un mismo código, diversos dialectos, idiolectos, etc;
b) Siguiendo la teoría de Jakobson, el código sería exterior al ser humano, un medio a través del cual se hace posible la comunicación; sin embargo, la autora le objetará –siguiendo el razonamiento de Benveniste- que el código es interior al ser humano, porque constituye su subjetividad; es decir, el hombre se constituye como sujeto en el habla, en el discurso.

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